EL VENEZOLANO COLOMBIA
Los migrantes venezolanos, en su búsqueda de mejores oportunidades, se ven obligados a recorrer las rutas migratorias más peligrosas del continente americano. Estas travesías incluyen la temida selva del Darién, los pasos ilegales entre Colombia y Venezuela, y la inhóspita frontera entre México y Estados Unidos.
A medida que la crisis humanitaria en Venezuela se agrava, más personas se lanzan a estos peligrosos caminos, enfrentando riesgos extremos en su intento por encontrar una vida mejor.
Desafíos en la selva del Darién
El informe del Centro de Entrenamiento y Capacitación para Operaciones de Paz (Cepaz) destaca un alarmante incremento en el número de venezolanos cruzando el Darién. En 2022, el 60% de quienes se aventuraron por esta peligrosa selva eran venezolanos, cifra que aumentó al 63% en 2023.
En comparación, en 2020 solo representaban el 1%. Este aumento refleja la desesperación creciente entre los venezolanos debido a la crisis en su país.
Peligros de la ruta
Nicole Hernández, investigadora de Cepaz, explicó a Radio Fe y Alegría que los migrantes enfrentan condiciones extremas al atravesar el Darién. Desde temperaturas sofocantes y terrenos traicioneros hasta enfermedades como malaria y dengue, los peligros son innumerables.
Además, los migrantes deben lidiar con animales salvajes y la amenaza constante de bandas armadas. En 2023, más de 328,000 personas atravesaron esta selva, evidenciando la magnitud del flujo migratorio.
Las trochas y la frontera norteamericana
Entre Colombia y Venezuela, los migrantes optan por cruzar las trochas, rutas ilegales que son controladas por grupos armados y delincuentes. Estos caminos están plagados de peligros, incluidos robos y secuestros.
Los migrantes son frecuentemente extorsionados y deben pagar rescates para continuar su viaje. La inseguridad en estas rutas es un obstáculo adicional para aquellos que buscan escapar de la crisis en Venezuela.
La Frontera desértica
La travesía no termina en el Darién o las trochas. Muchos migrantes venezolanos continúan su viaje hacia el norte, llegando a la frontera entre México y Estados Unidos. Aquí, el desafío es cruzar el desierto, una zona extremadamente peligrosa debido a las altas temperaturas y la falta de recursos.
El «Tren de la Bestia», un ferrocarril de carga que recorre México, es una opción a la que muchos recurren, a pesar de los riesgos de lesiones graves y robos.
Vulnerabilidad de los migrantes
El estudio de Cepaz revela que aproximadamente el 50% de los migrantes que cruzan el Darién son mujeres, niños y adolescentes. Esta población es particularmente vulnerable a los abusos y a la violencia durante su travesía.
Las historias de secuestros, robos y agresiones son comunes entre los migrantes, quienes deben enfrentar estos peligros sin ninguna garantía de seguridad.
Razones del éxodo
La crisis humanitaria en Venezuela es el principal motor que impulsa a estas personas a tomar rutas tan peligrosas. Las limitaciones migratorias en otros países obligan a los venezolanos a optar por caminos más riesgosos. La falta de alternativas seguras y legales de migración exacerba la situación, llevando a miles a arriesgar sus vidas en busca de un futuro mejor.
La travesía de los migrantes venezolanos por América es un reflejo de la desesperación y la necesidad de huir de una crisis humanitaria severa. Las rutas peligrosas que deben enfrentar, desde la selva del Darién hasta la frontera desértica entre México y Estados Unidos, son testimonio de los inmensos riesgos que están dispuestos a asumir. La comunidad internacional debe reconocer esta crisis y trabajar en conjunto para proporcionar soluciones seguras y humanas para estos migrantes vulnerables.
