Migración sin retorno: La travesía de los caminantes venezolanos

◉ Táchira es una de las puertas de salida para caminantes venezolanos. Un grupo que salió de Carabobo avanzaba por una de las carreteras del estado andino, tras recibir alimentos en la iglesia San Emigdio, de Capacho Viejo

EL VENEZOLANO COLOMBIA

En las carreteras del estado Táchira, los caminantes venezolanos se aventuran hacia la frontera con Colombia en busca de un futuro incierto en otros países.

Este fenómeno migratorio refleja la difícil realidad que enfrentan muchos ciudadanos venezolanos, quienes abandonan sus hogares con la esperanza de encontrar mejores condiciones de vida en el extranjero.

Decisiones definitivas

Un grupo de 11 caminantes venezolanos, compuesto por mujeres, hombres y niños, reveló su determinación de dejar atrás su país natal y establecerse permanentemente en otros destinos.

Provenientes del estado Carabobo, emprendieron su travesía hacia Colombia con la intención de no regresar.

Intención de permanencia

Según un informe del Banco Mundial y Acnur, la mayoría de los migrantes venezolanos expresan su deseo de quedarse en los países de acogida, con cifras que alcanzan el 96% en Colombia, 82% en Chile, 76% en Perú y 66% en Ecuador.

Esta tendencia se acentúa entre aquellos que encuentran empleo en sus nuevos lugares de residencia.

Exigente travesía

Los caminantes venezolanos enfrentan una travesía demandante y desafiante, con jornadas de caminata extenuantes y condiciones precarias de alojamiento.

A pesar de las dificultades, mantienen su determinación de avanzar hacia sus destinos finales en busca de mejores oportunidades económicas y de vida.

Apoyo en el camino

A lo largo de su recorrido, los caminantes venezolanos reciben apoyo de diversas organizaciones humanitarias y religiosas, que ofrecen alimentos, agua y orientación en puntos estratégicos a lo largo de las rutas migratorias.

Este respaldo proporciona un alivio temporal en medio de la incertidumbre y el cansancio del viaje.

La migración de los venezolanos, marcada por la determinación de no regresar, representa un desafío humanitario y social que requiere una respuesta coordinada y efectiva por parte de los países receptores y la comunidad internacional.

Es fundamental brindar apoyo continuo a los migrantes en tránsito y promover políticas que garanticen sus derechos y su integración en las sociedades de acogida. Además, se deben abordar las causas estructurales de la migración venezolana para ofrecer soluciones sostenibles y mejorar las condiciones de vida en el país de origen.

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