EL VENEZOLANO COLOMBIA
Las estadísticas actualizadas del Proyecto Migrantes Desaparecidos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) revelan una alarmante realidad: al menos 1.078 migrantes, incluyendo 74 menores, han perdido la vida o se encuentran desaparecidos en el continente americano en lo que va del año.
Estas cifras, aunque inferiores al año pasado, plantean interrogantes sobre la seguridad de las rutas migratorias y los desafíos que enfrentan los migrantes en busca de una vida mejor.
Análisis de las rutas mortales
Las estadísticas revelan que, desde 2014, al menos 8.543 migrantes han fallecido o desaparecido en rutas migratorias en América.
Entre las rutas más peligrosas se destacan el cruce de la frontera mexicano-estadounidense, el Caribe hacia EE. UU., el Darién (zona entre Panamá y Colombia), y el cruce marítimo de República Dominicana a Puerto Rico.
Registros trágicos por países y regiones
Se reportaron víctimas en travesías desde Venezuela a islas del Caribe, desde Haití a República Dominicana, así como en travesías por el Caribe hacia Centroamérica.
Los años más cruentos en estas rutas fueron 2022 y 2021, destacándose un aumento significativo en comparación con años anteriores, según publicó la agencia EFE en su portal web.
Factores impulsadores de la migración
La OIM señala la complejidad de los flujos migratorios en las Américas, que involucran a refugiados, solicitantes de asilo, migrantes económicos y otros grupos. Los motivos que impulsan esta migración incluyen desastres naturales, violencia estructural, pobreza y desigualdad, generando desafíos considerables para quienes se desplazan.
Frente a la dramática realidad de las rutas migratorias mortales en América, es imperativo que los países y organismos internacionales intensifiquen los esfuerzos para abordar las causas fundamentales de la migración, fortalecer la seguridad en estas rutas y garantizar la protección de los derechos humanos de los migrantes.
Se requiere una acción colectiva y estratégica para mitigar los riesgos y ofrecer vías seguras y legales para la migración, promoviendo así un escenario más seguro y humanitario para aquellos que buscan una nueva vida.