EL VENEZOLANO COLOMBIA
La Administración del presidente Joe Biden ha autorizado la utilización de una base aeronaval desocupada en Brooklyn, Nueva York, como refugio para más de 2.000 inmigrantes.
Esta medida responde a la creciente necesidad de albergue para los recién llegados y ha sido solicitada durante varios meses por la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, y el alcalde de la ciudad, Eric Adams.
Alcance y necesidad de la medida
La ciudad de Nueva York ha presenciado la llegada de más de 100,000 inmigrantes, con 60,000 bajo el cuidado de la gobernadora Hochul, publicó EFE en su sitio web.
Esta situación ha llevado a la Administración Adams a establecer 202 centros de emergencia, incluyendo el más reciente, un campo de fútbol con capacidad para 3,000 personas. El acuerdo para el uso de la base aeronaval Floyd Bennett Field en Brooklyn como refugio está en fase de revisión después de meses de negociaciones.
Declaraciones y compromisos de las autoridades
Tanto Hochul como Adams han instado a la necesidad de otorgar autorización de trabajo a los inmigrantes para permitirles vivir de forma independiente fuera del refugio.
Han hecho reclamos para obtener ayuda económica del Gobierno federal y agilizar los permisos de trabajo, buscando aliviar la presión financiera de la ciudad, que proyecta un gasto de 12,000 millones de dólares en servicios para inmigrantes hasta 2025.
Iniciativas y asignaciones estatales
La gobernadora Hochul anunció la asignación de $20 millones de dólares para asistir a más de 30,000 inmigrantes en procedimientos legales de asilo, parte de un compromiso de $1,500 millones del presupuesto estatal para atender la crisis migratoria. Las organizaciones legales que representan a los inmigrantes y grupos como la Coalición para los Sin Techo han recibido favorablemente estas medidas, aunque solicitan más detalles sobre los servicios desde el nuevo refugio en Brooklyn.
Ante la creciente crisis migratoria, es crucial que las autoridades brinden respuestas efectivas y transparentes. Se recomienda una mayor claridad en los servicios que se proporcionarán desde el nuevo refugio en Brooklyn y una coordinación efectiva entre las instituciones involucradas para garantizar una transición segura y asistencia adecuada a los inmigrantes.