EL VENEZOLANO COLOMBIA | AP NEWS
Los naufragios consecutivos de embarcaciones de tráfico de personas ante las costas de Grecia ha vuelto a poner el foco en los peligros de la ruta migratoria del Mediterráneo, en los riesgos que tanto migrantes como refugiados están dispuestos a asumir y en la lucha política interna que ha obstaculizado una respuesta europea eficaz para quienes huyen de la guerra, la pobreza y el cambio climático.
A continuación, un vistazo a la situación migratoria en el mar Mediterráneo:
¿QUÉ PASÓ CON DOS BARCOS DE TRAFICANTES ANTE GRECIA?
Los cadáveres flotaban entre los restos frente a una isla griega el jueves mientras el número de fallecidos por el hundimiento de dos barcos migrantes subía a 22, con cerca de una docena de desparecidos. Los barcos naufragaron a cientos de millas de distancia y uno desencadenó un dramático operativo nocturno de rescate en el que residentes y bomberos pusieron a sus ocupantes a salvo por acantilados escarpados.
Los naufragios se produjeron unos días después de que Italia conmemoró el noveno aniversario de uno de los más letales que se recuerdan en el Mediterráneo: 368 personas fallecieron el 3 de octubre de 2013 cuando el barco en el que viajaban se hundió frente a Lampedusa, en Sicilia.
¿CUÁLES SON LAS TENDENCIAS EN LA LLEGADA DE MIGRANTES POR EL MEDITERRÁNEO?
En lo que va de año, la Organización Internacional para las Migraciones ha registrado alrededor de 109.000 llegadas “irregulares” a las naciones mediterráneas de Italia, España, Grecia, Chipre y Malta por tierra o mar. Esto ha convertido a la inmigración en un asunto político candente en estos países de la Unión Europea.
Funcionarios de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados apuntan que el número total de migrantes que tratan de llegar a Europa por esta vía ha bajado en los últimos años hasta una media de cerca de 120.000 al año. Consideran que es una cifra relativamente “manejable”, especialmente comparada con los 7,4 millones de ucranianos que dejaron su país este año huyendo de la invasión rusa y fueron recibidos en otras naciones europeas.
“Hemos visto lo rápido que se armó una respuesta para hacer frente a esa situación de una forma muy humana y encomiable”, apuntó Shabia Mantoo, vocera de ACNUR en Ginebra. “Si vemos que esto ocurre en esta situación muy concreta, ¿por qué no puede aplicarse a las 120.000 personas que llegan a Europa cada año?”.
Otros califican de racista la dura respuesta europea a quienes cruzan el Mediterráneo, que suelen proceder de África, mientras acogen a los eslavos ucranianos.
¿CÓMO DE PELIGROSO ES EL MEDITERRÁNEO?
En 2022, la OIM ha reportado la muerte o desaparición de 1.522 migrantes en el Mediterráneo. En total, la agencia de la ONU dice que 24.871 personas han fallecido o desaparecido en ese mar desde 2014, aunque se cree que la cifra real es incluso mayor debido al número de naufragios que no llegan a conocerse.
“Se ha confirmado que la travesía hacia Italia es la más peligrosa”, indicó la fundación ISMU en el país, que investiga las tendencias migratorias.
La ruta del Mediterráneo Central, que parte desde Libia o Túnez, es la ruta migratoria conocida más letal del mundo y representa más de la mitad de las muertes reportadas en el mar registradas por la OIM desde 2014. Su principal destino es Italia.
¿CUÁLES SON LOS NAUFRAGIOS DE BARCOS DE CONTRABANDO DE PERSONAS MÁS LETALES?
El naufragio conocido con más víctimas que se recuerda en el Mediterráneo se produjo el 18 de abril de 2015. Un barco pesquero abarrotado chocó a 77 millas náuticas de la costa de Libia con un carguero que intentaba acudir en su rescate. Solo 28 de los pasajeros sobrevivieron. En un primer momento se temió que el casco de la embarcación albergase los restos de 700 personas. Los expertos forenses que trataron de identificar a todos los muertos concluyeron en 2018 que a bordo del pesquero viajaban 1.100 personas.
El 3 de octubre de 2013, un arrastrero con más de 500 personas a bordo, muchas de ellas de Eritrea y Etiopía, se incendió y hundió ante un islote deshabitado frente a la isla de Lampedusa, en el sur de Italia. Los pescadores de la zona trataron de salvar a los migrantes. Al final, 155 sobrevivieron y otros 368 fallecieron.
Una semana después, el 11 de octubre, a 60 millas al sur de Lampedusa se produjo lo que en Italia se conoce como la “matanza de los niños”. En total hubo más de 260 víctimas mortales, incluyendo 60 menores. En 2017, el semanario italiano L’Espresso publicó las grabaciones de audio de las llamadas desesperadas de los migrantes pidiendo auxilio y de las autoridades italianas y maltesas que parecían demorar el rescate.
¿QUÉ OTRAS RUTAS HAY HACIA EUROPA A TRAVÉS DEL MEDITERRÁNEO?
Quienes quieren llegar a España desde Marruecos o Argelia toman la ruta del Mediterráneo Occidental. La del Oriental, donde se produjeron los naufragios de esta semana, ha sido utilizada tradicionalmente por sirios, iraquíes, afganos y otros migrantes no africanos que van primero a Turquía y luego intentan pasar a Grecia o a otros puntos del continente europeo.
Grecia fue un punto de tránsito crucial para los cientos de miles de migrantes y refugiados que llegaron a la Unión Europea en 2015 y 2016, muchos de ellos escapando de las guerras en Irak y Siria. Ese flujo se frenó drásticamente tras el acuerdo alcanzado entre Bruselas y Turquía en 2016 para limitar los pases ilegales. Desde entonces, Grecia ha reforzado sus fronteras y levantó un muro de acero a lo largo de su frontera terrestre con el país. Además, la nación europea ha sido acusada por Turquía y por algunos expertos en migraciones por la devolución inmediata de migrantes, algo que Atenas niega.
Por su parte, Grecia sostiene que Turquía no ha logrado frenar a los traficantes de personas que trabajan en su costa y ha empleado a los migrantes para presionar políticamente a toda la UE.
¿CÓMO HA DIVIDIDO LA MIGRACIÓN A LOS 27 SOCIOS DE LA UE?
Los países mediterráneos llevan años quejándose de que sobre ellos recae todo el peso de la recepción y el procesado de los migrantes y reclaman que otros países del bloque den un paso adelante para acogerlos.
Polonia, Hungría y otras naciones del Este rechazaron un plan de Bruselas para compartir la carga migratoria.
Los grupos de derechos humanos han condenado que, en los últimos años, la Unión Europea haya confiado los rescates a la guardia costera de Libia, que devuelve a los migrantes a los horribles campos del país norteafricano donde muchos padecen golpizas, violaciones y abusos.
“Con el paso de los años, las rutas han cambiado pero las tragedias no”, dijo la Comunidad de Sant’Egidio en la conmemoración del aniversario del naufragio de Lampedusa esta semana. Junto a otros grupos cristianos, la organización católica ha llevado a más de 5.000 refugiados a Italia a través de “corredores humanitarios” y ha pedido que se organicen más pasos seguros para que los migrantes no tengan que poner su vida en peligro en peligrosas travesías mediterráneas con contrabandistas de personas.
