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La historia se repite, ahora no con haitianos, sino con venezolanos. En Medellín ha aumentado de forma muy significativa la llegada de migrantes del país vecino que no buscan quedarse en la ciudad, sino continuar su camino hacia el Urabá antioqueño para iniciar la travesía de cruzar el Tapón del Darién con el fin de llegar a Norteamérica.
La Personería de Medellín alertó que son entre 400 y 600 personas del vecino país que están llegando cada día con esta idea en mente y la Terminal del Norte es el lugar donde se están concentrando para poder viajar hacia su destino.
Sonia Inés Peña, líder del Grupo de Asuntos Étnicos, Migrantes y Refugiados de la Personería, manifestó que la situación está desbordando la capacidad instalada de la administración para atender a esta población, pues llega con necesidades especiales relacionadas con salud y un hospedaje, a lo que se suma que muchas veces son familias con niños y adolescentes.
Una de las acciones que se desarrollan con los migrantes que llegan a la capital antioqueña, anotó la funcionaria, es sensibilizarlos para que sepan los riesgos que implica la travesía que decidieron emprender, en especial cuando se embarquen en la decisión de cruzar el Tapón del Darién, considerado una trampa mortal.
Tapón del Darién, el mayor peligro
De hecho, hace solo unos días, un niño de 6 años murió luego de que un grupo de delincuentes conformado por ciudadanos extranjeros asaltaran la caravana de migrantes que cruzaba el Tapón del Darién en su ruta hacia Estados Unidos.
Según información del Servicio Nacional de Fronteras, Senafront, en el sitio conocido como Tres Bocas, provincia panameña del Darién, trataron de robar a la caravana en la que se movilizaba el pequeño con su familia; en el forcejeo los delincuentes dispararon causándole la muerte al niño de nacionalidad venezolana y dejando heridos a otros dos adultos originarios del mismo país.
También en días pasados, el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, y su homólogo de Panamá, Eduardo Leblanc, se reunieron para hacer seguimiento a la situación migratoria en la zona del Urabá-Darién. Ambos coincidieron en que persisten los peligros del Darién, por las difíciles condiciones selváticas y las acciones de los grupos armados y organizaciones criminales a los dos lados de la frontera.
Ha pasado un año desde cuando alertamos sobre la situación humanitaria en el Darién por el paso masivo de ciudadanos haitianos. Hoy estamos asistiendo a una crisis humanitaria de dimensiones más graves, en su mayoría de migrantes venezolanos quienes viajan en condiciones de precariedad económica y de mayor vulnerabilidad”, destacó Camargo, quien añadió que unos 134.000 migrantes han cruzado este 2022 por el Tapón de Darién con rumbo hacia Panamá, paso que toman para llegar a Centroamérica y, luego, a los Estados Unidos.
“Aprovechando la reactivación de las relaciones con el hermano país de Venezuela, desde la Defensoría del Pueblo consideramos que esta crisis migratoria por el Urabá-Darién debe ser un tema prioritario en la agenda humanitaria, dado que el 69% de los migrantes que hoy están pasando por el Darién son venezolanos, y el 15% son menores de edad”, puntualizó el defensor.