EL VENEZOLANO COLOMBIA con información de Portafolio
Con el fin de frenar la fuerte subida de los precios del níquel, la Bolsa de Metales de Londres (LME) suspendió su negociación, ante el impacto que puede llegar a causar su encarecimiento en la producción industrial.
Este martes, antes de la suspensión de su negociación, el precio del níquel subió por encima de los 100.000 dólares por tonelada ante el riesgo de escasez si Rusia no puede exportar su producción.
“Tras nuevas subidas sin precedentes del precio del níquel a tres meses durante la noche, la LME ha tomado la decisión de suspender las operaciones”, indicó la bolsa en un comunicado.
¿PARA QUÉ SIRVE Y CÓMO AFECTARÍA LA PRODUCCIÓN?
Este metal es usado para producir acero inoxidable y baterías para vehículos eléctricos.
Se trata, además, del segundo metal más abundante en la Tierra por detrás del hierro, con el que comparte numerosas características similares.
Además es conductor de la electricidad y del calor, muy dúctil y maleable por lo que se puede laminar, pulir y forjar fácilmente y un insumo clave en la producción industrial en el mundo.
La fuerte subida de precios en las últimas semanas, ante la ofensiva rusa a Ucrania, supone un encarecimiento de este metal hasta de un 70 %, lo que subiría los costos en las industrias.
Aunque desde el principio de la semana los precios de todos los metales están aumentando vertiginosamente, el del níquel, del que Rusia es un gran productor, está especialmente alto.
“Rusia es el tercer productor mundial de níquel y el primero de productos primarios de níquel, como el níquel refinado necesario para las baterías de vehículos eléctricos”, explica Benjamin Louvet, analista de OFI AM.
“Por ahora, los principales productores de metales del país no se han visto afectados por las sanciones, pero muchas de las empresas de este sector están dirigidas por oligarcas cercanos a Vladimir Putin”, añade.
METALES INDUSTRIALES
Según expertos, los metales industriales “más expuestos” a las sanciones contra Rusia por parte de la comunidad internacional serían el aluminio, el níquel y el paladio, según Capital Economics.
El grupo ruso Rusal es el segundo productor industrial de aluminio del mundo. Este metal alcanzó el lunes otro máximo histórico en la bolsa de metales de Londres (LME), a 4.073,50 dólares por tonelada.
En cuanto al níquel, está Nornickel Norilsk, dirigida por el oligarca Vladimir Potanin.
En 2019, Rusia fue el tercer productor de mineral de níquel, por detrás de Indonesia y Filipinas, pero es el segundo en níquel refinado después de China.
Tras la invasión de Ucrania, Capital Economics estima que el 7% del mercado mundial de níquel refinado «podría verse afectado» por las posibles sanciones.
El metal, que también está batiendo récords en los mercados, es uno de los más codiciados del planeta para su uso en las fábricas de baterías eléctricas, que deberían permitir a la industria del automóvil alejarse del petróleo.
En el caso del paladio, que alcanzó un máximo histórico de 3.442,47 dólares la onza, y del que Rusia controla el 50% del mercado mundial, la industria del automóvil también está en primera línea. Se utiliza en la fabricación de catalizadores.
El titanio, un metal apreciado por los fabricantes de aviones por su ligereza y altísima resistencia, también se ve afectado indirectamente por el conflicto.
La empresa rusa VSMPO-Avisma, fundada en 1941 en los Urales, es el primer proveedor mundial de la industria aeroespacial, según Olivier Andriès, director general del fabricante de motores aeronáuticos Safran, que afirma tener «unos meses de existencias».
VSMPO-Avisma es también el principal proveedor de Boeing, que el lunes anunció que había suspendido sus compras de titanio procedente de Rusia.