Acuerdo de Paz en Colombia: de la “voluntad política” al sabor “agridulce”

• Tras su implementación en 2016, el tratado que pretendía resolver las razones de violencia entre sectores de poder en Colombia, se vió desmejorado por diferencias entre los gobiernos de Santos y Duque, actual mandatario

EL VENEZOLANO COLOMBIA | TELAM

A cinco años de la implementación del Acuerdo de Paz en Colombia, expertos en el conflicto armado sostuvieron que el resultado es “agridulce” y que la gran diferencia que hubo entre los Gobiernos de Juan Manuel Santos y el de Iván Duque radica en la “voluntad política”, elemento clave para el avance de los distintos puntos del tratado.

“El resultado de estos cinco años es bastante agridulce”, explicó Eduardo Márquez, periodista especializado en el conflicto armado de Colombia y fundador de la Federación Colombiana de Periodistas, sobre el tratado que “pretendía resolver las razones que originan la violencia política en Colombia”.

El Acuerdo de Paz fue firmado el 24 de noviembre de 2016 por el exjefe guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC) Rodrigo Londoño y el expresidente Santos (2010-2018), quien había asumido su segundo mandato con una renovada apuesta por la concreción del tratado, tras cuatro años de negociaciones en Cuba y el plebiscito del 2 de octubre.

“En ese plebiscito, que se perdió con muy pocos votos, se vio todo lo que había sido el trabajo político en función de desacreditar ese acuerdo por sectores que habían apostado a la guerra”, explicó Lourdes Castro, coordinadora del programa Somos Defensores.

Hasta ese entonces, los diálogos no habían sido fructíferos: para el antecesor de Santos, Álvaro Uribe (2002-2010), la guerrilla debía entregar las armas y purgar penas en la cárcel, una lógica discursiva que sigue operando en la actualidad.

Durante el Gobierno de Santos se logr avanzar con el Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y Dejacin de las Armas entre el Gobierno Nacional y las FARC
Durante el Gobierno de Santos se logró avanzar con el “Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y Dejación de las Armas entre el Gobierno Nacional y las FARC”.

“La división subsistió entre quienes son amigos de lo pactado en La Habana y quienes lo sabotean de todas las maneras posibles, porque la extrema derecha cuenta con representación parlamentaria, pero sus raíces pertenecen al narcotráfico y a grupos armados ilegales”, detalló Márquez.

El tratado de Paz tuvo dos escenarios distintos: una implementación temprana poco óptima entre 2016 y 2018 durante el Gobierno de Santos y una coyuntura más desfavorable con el Gobierno del actual mandatario, Iván Duque.

“La principal diferencia está en la voluntad política de un Gobierno que estuvo dispuesto a negociar un acuerdo de paz y de uno que llega al poder tras haber promovido el NO al plebiscito”, comparó Castro.

En esa voluntad política incidieron varias cosas: una ofensiva militar estatal que había fortalecido al Estado, pero que solo habilitaba una salida pacífica; una ciudadanía comprometida en las demandas de las soluciones políticas y la presión de la comunidad internacional ante la situación humanitaria.

Durante el Gobierno de Santos

En este período se logró avanzar con el primero de los seis principales puntos del tratado, el del “Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y Dejación de las Armas entre el Gobierno Nacional y las FARC”, y también se inició el proceso de reincorporación de sus miembros.

No obstante, para Castro “no hubo un avance sustancial normativo porque la correlación de fuerzas en el Congreso no lo permitió, y tampoco lo hubo en otros aspectos más operativos, como la presencia estatal en territorios históricamente abandonados”.

Esa ausencia del Estado en espacios que habían sido ocupados por las FARC, para Márquez no es un dato menor: “A mí me llama la atención por qué si las FARC desmovilizó, el Estado no llega a esas zonas. Es como si se quisiera que la guerra continuara”, evaluó.

Otro punto del convenio es el Acuerdo sobre las Víctimas del conflicto se conforma por una Comisión de la Verdad; una Unidad para la Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), que Duque intentó modificar con seis objeciones que fueron rechazadas en 2019 por el Congreso.

“El Gobierno de Duque buscaba que los militares no hablaran, porque la extrema derecha es la mayor beneficiaria de la tierra, la corrupción, el narcotráfico. Es la que dio las órdenes”, recalcó Márquez.

El Gobierno de Duque buscaba que los militares no hablaran porque la extrema derecha es la mayor beneficiaria de la tierra la corrupcin el narcotrfico Es la que dio las rdenes
“El Gobierno de Duque buscaba que los militares no hablaran, porque la extrema derecha es la mayor beneficiaria de la tierra, la corrupción, el narcotráfico. Es la que dio las órdenes”.

La JEP, creada en 2016, debe tener una existencia no mayor a 20 años. Actualmente lleva siete casos globales y tanto Castro como Márquez consideran que los primeros fallos pueden abrir un nuevo escenario político en Colombia.

Un tercer capítulo remite a la solución del problema de las drogas ilícitas, que se cimenta en la sustitución voluntaria de cultivos ilícitos en acuerdo con las familias.

De acuerdo con Castro, “no han querido aplicar esta medida porque implicaría no mantener la lógica de la radicalización forzada de los cultivos ilícitos y reconocer el cultivo por razones sociales y económicas de exclusión que llevaron a sectores del campesinado a que sea la única opción para sobrevivir; es construir alternativas en vez de criminalizarlos por ser el eslabón más frágil de la cadena”.

“El Gobierno de Duque buscaba que los militares no hablaran, porque la extrema derecha es la mayor beneficiaria de la tierra, la corrupción, el narcotráfico. Es la que dio las órdenes”

Eduardo Márquez

El avance fue también lento con el punto de la Reforma Rural Integral, que establece, a grandes rasgos, no solo la distribución de la tierra entre los campesinos sino también de los elementos para que esa tierra sea productiva.

A agosto de 2020, los números de hectáreas ingresados al Fondo de Tierras -encargado de distribuirla entre quienes perdieron todo en la guerra- difería entre la Consejería para la Estabilización y Consolidación, que registraba 924.266, mientras que la Agencia Nacional de Tierras, contabilizaba 557.000, denunció la ONG Vía Campesina.

“Además, en cinco años solo se formalizó la posesión del 29% de 7 millones de hectáreas de tierras que no tienen títulos. La estructura de la extrema derecha se robó entre 6 y 8 millones de hectáreas de tierra y dejó 8,5 millones de víctimas de la violencia. En Colombia no existe información sobre la propiedad de la tierra y cada vez que se intenta hacer un censo, los terratenientes, que no pagan impuestos, como el expresidente Uribe, se oponen”, precisó Márquez.

EXPECTATIVAS DE UNA MEJOR IMPLEMENTACIÓN DEL ACUERDO DE PAZ DEPOSITADAS EN 2022

El Acuerdo de Paz en Colombia, que según organismos de DDHH no es aplicado y hasta es boicoteado por el Gobierno de Iván Duque, podría adquirir nuevas fuerzas si en los comicios generales de 2022 se impone Pacto Histórico, una nueva coalición de distintos sectores de izquierda que presenta por primera vez una posibilidad real en el escenario electoral, coincidieron expertos.

“Hay una confrontación brutal acerca del proceso de paz. Pero en el terreno político la extrema derecha ha menguado en las últimas votaciones y como las siguientes son el próximo año, está muy preocupada de perder la presidencia frente a la izquierda”, evaluó a Télam Eduardo Márquez, periodista especializado en el conflicto armado y fundador de la Federación Colombiana de Periodistas.

En medio de una coyuntura polarizada y un incremento de la tensión social tras las manifestaciones que estallaron en abril último en rechazo a la reforma tributaria que Duque había enviado al Congreso, en el escenario preelectoral proliferan los aspirantes a la sucesión de Duque el 29 de mayo de 2022.

A la fecha se inscribieron en la Registraduría 40 candidatos que representan a grupos significativos de ciudadanos y el número sobrepasa los 55 si se contemplan los partidos políticos con personería jurídica, informó la radio colombiana RCN.

Sin embargo, según el último sondeo sobre intención de voto publicado este mes por el Centro Nacional de Consultoría y CM&, el único candidato que supera las dos cifras es Gustavo Petro, exmiembro del M-19, líder de Pacto Histórico y senador por Colombia Humana, con un 22%, mientras que el resto está por debajo del 6% y un 19% afirmó que no votaría a ningún candidato, informó el portal Valora Analitik.

Para Lourdes Castro, coordinadora del Programa Somos Defensores, un espacio que nuclea ONGs y la Comisión Colombiana de Juristas, entre más, esto es producto de un distanciamiento cada vez más marcado entre Sociedad y Estado.

“Existen dos vías que van por canales opuestos: un impulso social y sobre todo cada vez con mayor protagonismo de los jóvenes que quieren transformaciones sustanciales, y un Estado que cada vez se desdibuja más como concepción democrática de un Estado. Sociedad y Estado van por carriles separados”, precisó a Télam.

“Cada vez hay más gente que pide la implementación del acuerdo de paz, porque entendió que no es un acuerdo de paz solo para la paz de Colombia, sino que se trata, por ejemplo, de una reforma agraria”, explicó, por su parte, Márquez.

Márquez encuentra una conexión entre quienes optaron por la guerra durante el plebiscito previo a la firma del Acuerdo de Paz y los agresores de las masivas movilizaciones de abril último.

“La gran parte de la gente, la que no vivió la guerra porque mayormente se desarrolla en el campo, votó por el No en el plebiscito. Ellos son soldados de las redes sociales y los que salieron ahora armados a dispararle a la gente en compañía de la policía en las últimas manifestaciones sociales”, sentenció.

Con esta historia reciente, para Castro lo que ocurra en las elecciones de 2022 será clave para el Acuerdo de Paz.

“Uno de los escenarios más inmediatos, pero que se da en circunstancias muy difíciles por la reconfiguración de la violencia en los territorios, son las elecciones de 2022 porque presenta por primera vez al sector progresista una opción real de poder en Colombia. Está por verse si el ímpetu social que se demostró en las manifestaciones recientes se va a plasmar en la participación política electoral”, concluyó.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad
hublot spirit of big bang chronograph 45 mm textured rubber strap 1aff6c17 omega constellation series 123 55 27 60 63 002 tag heuer carrera chronograph 44mm 2 panerai pam00048 stainless steel luminor replica watches panerai luminor due luna rossa 38mm pam01378 fake breitling replica watches avenger chronograph 45 replica watches fake vacheron constantin patrimony moon phase retrograde date 42 5 mm white gold tag heuer carrera chronograph 39mm 2 fake richard mille replica watch rm 020 manual winding tourbillon pocket watch constellation 41 mm steel on steel a9c0c300 patek philippe 36mm 4936j 001 18k yellow gold case and bezel 7640c889 patek philippe calatrava 5117r 18k rose gold men s watch box papers 9aedded9 fake richard mille replica watch rm 50 03 mclaren f1 limited edition fake vacheron constantin replica watch overseas chronograph 42 5 mm pink gold 5520v 210r b966 twf rolex diw daytona carbon lucky player casino 40mm oyster black richard mille rm35 03 31069de8 omega new women s watch afbd406b santos demoisell steel mini green gold colour fake richard mille replica watch rm 67 02 automatic winding extra thin mutaz essa barshim patek philippe rubber b strap for nautilus 5711 wg rg yg swimskin 7b7ae436 omega constellation quartz 28mm two tone diamonds 9d5ea3b9 patek philippe calatrava white dial 18k white gold 36mm men s watch 5120g fake richard mille replica watch rm 21 02 manual winding tourbillon aerodyne limited edition 2023 omega double eagle constellation series audemars piguet replica watch code 11 59 perpetual calendar fake breitling replica watches aviator 8 automatic 41 black steel curtiss warhawk replica watches panerai radiomir tre giorni 45mm pam01335 day date 36 m128396tbr 0003 36a7b8e7 constellation 41 mm steel on steel cb3add70 richard mille replica watch rm 11 05 automatic flyback chronograph gmt limited edition rolex daytona 1fea7fa8 tag heuer replica watch monaco chronograph automatic 39 mm titanium fake richard mille replica watch rm 88 automatic winding tourbillon smiley limited edition omega seamaster 150m tag heuer replica watch aquaracer professional 200 solargraph solar quartz 40 mm steel rolex submariner special edition with diamonds green iridescent diamonds all diamonds 40 mm richard mille rm011 26ea0b00 3c33d947 fake richard mille replica watch rm 07 01 automatic coloured ceramics pastel pink limited edition rolex diw daytona motley 3s series 40mm oyster black iwc portofino automatic silver plated dial mens watch iw356517 constellation 29 mm steel on alligator replica watches panerai radiomir bronzo 47mm pam00760 fake richard mille replica watch rm 27 02 tourbillon rafael nadal asia limited edition best fake patek philippe replica watch nautilus all carbon gris the black grail project replica watches panerai submersible bronzo 47mm pam00968 replica watches panerai luminor marina tuttogrigio 44mm pam02662 replica watches fake vacheron constantin overseas quartz 33 mm steel cartier drive de cartier white gold 40mm smooth royal oak 15720 blue face e9cb2e09 tag heuer replica watch formula 1 date quartz 41 mm steel 1337x 1337x