El Venezolano Colombia | Diario La Verdad
El periodista venezolano, Eduard Ortega Sánchez, presentó el pasado 28 de mayo un reposo médico por síntomas de Covid-19 en el Diario Extra de Bogotá, Colombia, donde laboraba.
Luego de dos días, lo despidieron sin ninguna explicación. Falleció este 5 de junio, y aún después de muerto, la empresa le niega a su esposa el pago de la liquidación para los gastos fúnebres.
La denuncia hace eco en el gremio periodístico colombiano y venezolano.
«Lo trataron como a un animal, a un ser humano no se trata así», dijo Celido Morillo, su amigo, colega y compañero de trabajo en el medio colombiano.
Ortega, oriundo de Maracaibo, estado Zulia, tenía dos años trabajando en el Diario Extra de Bogotá tras varias renovaciones de contrato. Su última contratación vencía el próximo 30 de junio.
Actualmente, cobraba un sueldo de un millón de pesos, de los cuales, alrededor de 400 mil, se iban en el pago del transporte para cubrir las pautas del día buscando las noticias, según cuenta Morillo a La Verdad.
Un empleo como opción de crecimiento
Sus amigos comentan que para Ortega, su pequeño hijo era su motivo de lucha. Las fotos con su niño eran frecuentes en sus estados de WhatsApp y redes. Quería darle lo mejor. El joven comunicador, era uno de los cinco millones de venezolanos que huyeron de su país por la crisis.
No dudó en aceptar el trabajo como periodista. Pese a los abusos, lo veía como una opción para escalar en el periodismo fuera de su país. Además, muchos de sus connacionales no tienen la oportunidad de ejercer en el exterior, sino tienen que dedicarse a labores como obreros o comerciantes informales.
«A mí también se me vencía el 30 de junio, pero el 31 de mayo presente mi renuncia voluntariamente.
Lo que pasó con Eduard es injusto. El 28 de mayo, el entregó un reposo médico por tres días debido a síntomas de Covid-19 y envió la notificación de que estaba esperando los resultados de la prueba, pero el 31 de mayo le hicieron la terminación del contrato», testificó Morillo ante este medio.
Explicó que «la terminación de la contratación la hicieron a pesar de que no se había vencido la incapacidad, además después de esa incapacidad tenía siete días más por la espera de los resultados de la prueba de Covid-19. Omitieron todo ese proceso».
No quieren pagar la liquidación
El pasado viernes, Eduard parecía empeorar. El 5 de junio lo sacaron en ambulancia por falta de oxígeno, pero murió en el camino.
De repente, la vida le cambió a su esposa Gisell de Ortega. Sin recursos económicos, la joven madre, también venezolana, acudió al Diario Extra de Bogotá para solicitar la liquidación y poder pagar los gastos fúnebres de su cónyuge, quien laboraba allí cubriendo las fuentes judicial y de deportes.
Le tomó por sorpresa cuando se negaron a cancelarle. «Ella fue, porque el dinero le servía para cubrir las exequias, pero en el Diario Extra se negaron, dijeron que pagarían cuando quisiera, y que sí ella deseaba, que demandara. No les importó que él haya muerto», dijo Morillo.
Abusos laborales
La negativa al pago inmediato de la liquidación, por lo menos, a modo moral y por calidad humana, parece ser la continuidad y el extremo, de una serie de irregularidades en el Diario Extra de Bogotá.
«Para el transporte, solo nos pagaban un bono de poco más de 100 mil pesos para el pasaje de ida y de venida al periódico, pero no pagaban para ir cubrir las pautas. Eso salía de nuestro bolsillo», aseguró Morillo, quien indicó que laboraban hasta más de ocho diarias.
«El Diario Extra no quiere pagarle la liquidación a la esposa de Eduard Ortega, periodista venezolano que murió hoy en Bogotá. Ni siquiera en este caso de muerte se conduelen», denunció el periodista venezolano Rafael Sulbarán en su cuenta en twitter @RafaelDSulbaran
Agregó que «yo trabajé en ese diario y es la peor empresa que he visto en mi vida. El dueño es un desgraciado explotador y te bota cuando le da la gana como un perro. Se aprovecha de los migrantes venezolanos, les paga menos porque sabe de la necesidad que tienen de al menos recibir algo».