EL VENEZOLANO COLOMBIA | CANCILLERÍA COLOMBIA
El pasado 13 de mayo, el representante del régimen ilegítimo de Nicolás Maduro dirigió una misiva al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y al Secretario General de la misma organización, realizando graves acusaciones en contra el Gobierno de la República de Colombia.
Por iniciativa del Representante Permanente de Rusia ante las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad convocó una sesión especial, que se llevó a cabo de manera virtual en el día de hoy, bajo el título “Situación de Venezuela”.
Colombia participó a través del Embajador y Representante Permanente de nuestro país ante las Naciones Unidas, Guillermo Fernández de Soto, quien rechazó enfáticamente las acusaciones proferidas por el régimen de Maduro y destacó la tradición democrática y de respeto al derecho internacional de la República de Colombia.
El Embajador recordó al pleno del Consejo de Seguridad que Colombia y más de 50 países y organizaciones multilaterales reconocen desde hace más de un año al presidente interino, Juan Guaidó, y que, como parte del Grupo de Lima, apoya los esfuerzos para restaurar la democracia en Venezuela.
Para Colombia, la relación con Venezuela es un asunto prioritario. Sin embargo, tal y como lo señaló el Embajador Fernández de Soto, durante los últimos años Venezuela ha prestado su territorio como retaguardia para los grupos armados organizados y ha facilitado las actividades de las organizaciones dedicadas al narcotráfico, afectando la seguridad nacional y la estabilidad de la región.
El Embajador terminó reiterando que Colombia nunca ha sido un país agresor. Por el contrario, ha dedicado sus esfuerzos a fortalecer sus instituciones democráticas, consolidar sus capacidades institucionales para garantizar la estabilidad y la seguridad, y elevar la calidad de vida de sus ciudadanos.
Antes de la sesión, el Gobierno de la República de Colombia circuló un documento dirigido al Presidente del Consejo de Seguridad en el que presenta evidencia suficiente que da cuenta de cómo ha actuado ilegalmente el régimen de Venezuela, en flagrante violación del derecho internacional, y de cómo el país ha sido conducido a una crisis multidimensional que tiene a su población, en una situación de grave, masiva y sistemática violación de los derechos humanos.
Durante la sesión quedó claramente establecido que la restauración de la democracia en Venezuela es un propósito compartido y un imperativo moral. Todos los miembros del Consejo de Seguridad coincidieron en afirmar que la solución a la crisis en Venezuela solo puede encontrarse a través del derecho internacional, y del desarrollo de un diálogo inclusivo y colectivo, a través de elecciones democráticas y transparentes.
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