Texto: Miguel Angel González y Darcy Virginia Fernández
La periodista venezolana Maholy Arias, radicada en la ciudad de Santiago de Chile, contó a Rostro Caribe su testimonio tras ser diagnosticada con Covid-19: «Soy portadora del virus», revela.
“Hasta el momento, solo he padecido tos leve; no he tenido fiebre, no he tenido dolor corporal, tampoco dificultad respiratoria», así inicia la entrevista Maholy, a través de una video llamada por WhatsApp.
En la conversación explicó que el pasado lunes 20 de abril le hicieron la prueba diagnóstica del Covid-19 y resultó positiva, pero es portadora asintomática.
Maholy, oriunda del municipio Lagunillas (Zulia), es madre de tres hijos: una joven de 16 años, un adolescente de 13 y otro de seis, todos residenciados en Bogotá.
“En líneas generales, yo puedo desenvolverme perfectamente, puedo levantarme y movilizarme sin inconveniente. El día lunes mi prima, con quien comparto el apartamento aquí en Santiago, fue a hacerse el examen; el sistema de salud solicitó toda la información para hacer el protocolo pertinente».
“A partir de la fecha estamos confinados, cumpliendo cuarentena. Según nos informaron los médicos, respondiendo al protocolo del Ministerio de Salud, debemos mantener una cuarentena absoluta por 14 días. Si en ese lapso no presentamos síntomas dan de alta a nuestro caso”, dijo la periodista.
VÍCTIMA DE AMENAZAS EN VENEZUELA
En la entrevista, Maholy hizo un recuento de su salida obligada de Venezuela tras recibir amenazas, cuya situación motivó su traslado hasta Colombia. Así lo cuenta: “Salí el 12 de mayo del 2017 y me quedé en Bogotá hasta el 1 de junio del 2019. Pero antes, el 25 de julio de ese mismo año, por las amenazas, saqué a mi familia de Venezuela».
“Hay un amor y una pasión por la profesión de periodista, pero hay una realidad que no nos abandona: la necesidad económica. Entonces yo decidí soltar el micrófono, el lápiz y experimentar la comunicación desde otro ámbito», añadió. Para atender las urgencias financieras, Maholy trabajó de mesonera y cajera.
La zuliana expresó su preocupación por la grave situación que viven los migrantes venezolanos ante la falta de empleo y vivienda.
“Para mí, toda esta experiencia, ha sido de crecimiento espiritual, emocional y profesional. No es fácil dejar a tu familia en un país ajeno al tuyo y con la esperanza y la promesa de un pronto reencuentro que se alargó por asuntos migratorios (solicitud de visas)», comentó.
La comunicadora social expresó que en estos tiempos el ser humano debe ser solidario y precisó: “Le doy gracias a Dios por vivir un día más”.