Se manejan precios en dolares sin recato alguno
Venezuela: entre la dolarización y el desespero

La economía se contrajo en un 35% en 2019 y siguen migrando venezolanos agobiados por alto costo de la vida que estrangula el poder adquisitivo

Quienes lleguen a Caracas por estos días esperando ver estanterías vacías se pueden llevar una sorpresa. En las redes sociales hay ofertas de todo, incluyendo productos importados. La explicación está en el dólar.

Ya ha pasado un año desde que Juan Guaidó asumió la presidencia de la Asamblea Nacional y se declaró presidente interino de Venezuela, pero Nicolás Maduro parece haberse salido con la suya. Ha aguantado tanto el cerco diplomático del Grupo de Lima como las sanciones económicas de Estados Unidos.

Pero a pesar de haber capoteado la tormenta política, las aguas económicas no se han calmado. Las cifras no podrían ser peores: el Fondo Monetario estima que la economía venezolana se contrajo un 35 por ciento en 2019, más de 4,5 millones de venezolanos han salido del país y la inflación cierra el año, según la estimación del FMI, en 200.000 por ciento.

Chávez le quitó tres ceros al bolívar en 2008, y Maduro le quitó otros cinco el año pasado. Sin embargo, en el ultimo año una dolarización silenciosa le ha dado un respiro a la economía venezolana. Aunque el bolívar sigue siendo la única moneda de curso legal en Venezuela, un reciente informe de la consultora Ecoanalítica estimó que las transacciones en dólares son ya más del 53 por ciento del total. En Maracaibo, la segunda ciudad del país, llegarían al 86 por ciento.

El uso del dólar en Venezuela ha estado prohibido durante los últimos 20 años del chavismo y el gobierno perseguía a quienes publicaban la tasa de cambio en el mercado negro. Chávez y Maduro se fueron lanza en ristre contra la cuenta de Twitter @DolarToday, que, con más de 3,6 millones de seguidores, funciona como una tasa de cambio oficial del dólar negro. Hoy está permitido, o más bien tolerado, que el dólar aparezca en facturas y documentos de propiedad inmobiliaria.

MADURO: OPINIÓN DIVAGANTE

A finales de noviembre, Maduro reconoció en una entrevista que “la dolarización es una válvula de escape; gracias a Dios existe”. Un giro de 180 grados después de dos décadas de retórica contra el imperialismo yanqui. En la campaña presidencial de 2018, Maduro decía que la dolarización era anticonstitucional e invitaba a los venezolanos a usar el ‘petro’, la criptomoneda local. Frente a las declaraciones de Maduro, Guaidó respondió: “El fracasado de Miraflores reconoce hoy que por la vía de los hechos el país está dolarizado”.

Sin embargo, es una dolarización de facto y a medias. Algunos precios están en dólares, pero todavía no está permitido que los venezolanos reciban salarios y tengan depósitos bancarios en esta moneda. Es necesario recordar que Venezuela está bajo unas estrictas sanciones económicas americanas, solo comparables con las que se le aplican a Irán o a Corea del Norte. Estas sanciones impiden que empresas americanas tengan transacciones bancarias con Venezuela.

Eso quiere decir que, a diferencia de Panamá o Ecuador, economías que están formalmente dolarizadas, en Venezuela la dolarización es en efectivo. Ecoanalítica estima que hay más de 6 billones de dólares circulando en Venezuela. La pregunta es: ¿de dónde salen tantos dólares?

En primer lugar, del petróleo, cuya producción ha repuntado. Según las cifras que Venezuela le reporta a la Opep, la producción tocó fondo al llegar a 750.000 barriles/día en septiembre, pero en noviembre superó los 900.000 barriles/día. Otros analistas estiman cifras más bajas, pero todos coinciden en que el régimen ha logrado reorientar sus ventas en el exterior hacia India y China.

ECONOMIA ILEGAL

Por otro lado, están las economías ilegales del narcotráfico y el oro. Se calcula que una tercera parte de las 1.120 toneladas de cocaína producidas anualmente en Colombia, según cifras de la ONU, pasa por territorio venezolano. El vecino país se ha convertido en el principal punto de embarque de droga hacia Europa y la dolarización informal de Venezuela les da una manera fácil a los narcos de lavar los dólares del narcotráfico.

La otra gran economía ilegal es la minería del oro. Aunque Venezuela se conoce principalmente por sus reservas petroleras, extraer petróleo requiere grandes inversiones de capital y no es fácil de comercializar en grandes cantidades en el mercado negro. El oro, por el contrario, se puede extraer de manera artesanal en el arco minero del Orinoco y vender en el mercado negro internacional a cambio de efectivo.

La tercera pata de la dolarización son las remesas de los más de 4,5 millones de migrantes que están enviando unos dólares a sus familias en Venezuela. La Brookings Institution estima que el año entrante el número de migrantes venezolanos puede alcanzar los 6 millones. Al régimen le conviene la migración por dos razones: por un lado, reduce la presión de las protestas en la calle; por otro, cada venezolano que trabaja en el exterior es una fuente de remesas que da poder adquisitivo a los familiares que se quedan.

ILUSA REACTIVACIÓN

No es fácil cuantificar la reactivación económica por la poca credibilidad de las estadísticas oficiales, pero más allá de las cifras, muchos venezolanos reportan una realidad distinta.

Caracas se ha llenado de ‘bodegones’, una especie de sanandresitos que anuncian productos importados por Instagram y Facebook. El gobierno ha flexibilizado los controles de importación para enfrentar la crisis de abastecimiento. Estas tiendas dolarizadas se surten en las grandes superficies de la Florida como Costco o Walmart, e importan informalmente para venta en Caracas.

Un tarro de Nutella puede costar entre 12 y 15 dólares frente a 4 y 5 que vale en Estados Unidos. Pero los precios de otros productos son sorprendentemente competitivos.

En la frontera también se vive una mejora. Francisco Unda, gerente de la Andi para Norte de Santander, le dijo a SEMANA:

“Los venezolanos llevan un tiempo viniendo a Cúcuta a comprar artículos de primera necesidad: comida, productos de aseo, etc. Pero en el pasado ‘black friday’, a finales de noviembre, llegaron en masa a comprar televisores y ropa de lujo”.

Decenas de miles de venezolanos cruzan la frontera a diario, cambian dólares a pesos y salen a comprar millones de pesos en comida, ropa, electrodomésticos. Para el fisco colombiano esta modalidad de comercio transfronterizo no es necesariamente mala. A diferencia de un proceso formal de exportación, las compras en el comercio de Cúcuta pagan IVA como consumidor doméstico.

El Banco de la República ha detectado que la demanda de efectivo en bancos y cajeros de Cúcuta ha aumentado. Por primera vez se está comenzado a usar el peso colombiano como moneda cada vez más adentro de Venezuela para pagar salarios e ir de compras.

¿Qué tan sostenible es esta calma chicha? Aunque las importaciones informales de los ‘bodegones’ son un bálsamo frente al desabastecimiento generalizado que se vivió hace un año, solo beneficia a quienes tienen acceso a dólares. Estos no son solo los enchufados del régimen, sino también aquellos que tienen algún ahorro en dólares o reciben remesas de algún familiar que se fue.

Pero a punta de ‘sanandresitos’ que revenden productos de Walmart no se alcanza a abastecer a un país de 26 millones de personas. Se está profundizando una desigualdad entre quienes tienen acceso a dólares y quienes tienen sus ingresos denominados en un bolívar cada vez más desvalorizado.

Al mismo tiempo, se siguen marcando las diferencias entre Caracas y el interior del país. El régimen ha intentado mantener una semblanza de normalidad en la capital para mantener la estabilidad política. Para ello priorizan el flujo eléctrico, el suministro de gasolina y otros servicios públicos hacia Caracas. En el interior del país el abandono estatal se ha profundizado y ha llevado a una migración interna de venezolanos hacia la capital.

Las razones estructurales de la crisis económica siguen intactas. Sin embargo, Venezuela inicia el 2020 con una tasa de cambio flexible y una dolarización parcial que puede ayudar a estabilizar la inflación. A comienzos de 2019, muchos, incluido el gobierno de Colombia, pensaron que el régimen tenía las horas contadas. Un año después, Maduro sigue ahí.

Sería una verdadera paradoja que el dólar termine por atornillarlo en el poder. 

Con información de Semana

Nota relacionada

El dólar se dispara en Venezuela y crece un 30,6 % frente al bolívar en 2020

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad
batavia chesterfield tufted fabric club chair with nailhead trim wellston contemporary fabric upholstered chaise lounge paea multi brown pe 27 glass table deborah outdoor wood and aluminum v shaped 5 seater sofa set gdf6618 b6c74196 louis outdoor 4 piece solid wood chat set with cushions dana point 7pc outdoor dining set 36a35830 frostyfestivities rattler artificial lemon tree 83e48cff paz outdoor 69 inch acacia wood dining table f6896ae8 francisco 6pc outdoor wicker sectional sofa set w cushions 6ed90d47 faithe outdoor 6 seater rectangular acacia wood and wicker dining set teak with black and brown with cream timber modern glam tufted loveseat with nailhead trim 3f10cc98 stanford outdoor 3 piece acacia wood bistro set 9287365b cherie outdoor 4 seater aluminum chat set with fire pit aubrey patio dining chairs aluminum c110beef whitman mid century fabric rocking chair elizabeth outdoor 7 piece acacia wood dining set with wicker chairs teak and brown and tan 14583bd3 wrene 194788d5 kaylee modern round hammered iron accent table 2 pack 2e7fcaf7 cabo black gray 9pc wicker set perry handcrafted boho mango wood end table set of 2 autry contemporary rounded rectangular leaner mirror f6f0dc0a douvier contemporary 48 inches wood bathroom vanity white topless 7c764635 mae new velvet tufted wing back armchair 19177b65 anglo modern mid century fabric bench ae54b8ba riha handcrafted boho mango wood cabinet 473f502f mosier mid century modern coffee table with glass top teresa outdoor fabric chaise lounge cushion 47b6cd13 emma outdoor 6 seater acacia wood sectional sofa and club chair set 32093854 chatau contemporary tufted recliner with nailhead trim 38da2966 beach lane outdoor 9 piece multi brown wicker dining set pocatello kuna contemporary upholstered dining chair set of 2 6e3c21d2 audia boho fabric throw blanket crested bay outdoor gray aluminum coffee table with tempered glass table top 0def09a1 emily coral outdoor aluminum 2 seater club chair chat set with ottomans and side table kyra contemporary cotton throw blanket with fringes brown 8b731412 remy boho cotton pillow cover f663c416 screven boho handcrafted wood nightstand 8e6adca9 edenton outdoor modern stacking dining chair set of 2 bradley outdoor 3 piece multi brown wicker chat set with stacking chairs 998c87e3 eve tufted fabric club chair a01c166d finnish outdoor wicker bistro set abe57325 zeferino outdoor modern boho 2 seater wicker chat set with side table 3f9a9ca6 irene outdoor modern dining chair set of 2 9e167110 lannah indoor outdoor wicker basket hanging chair no stand kemp outdoor 6 seater acacia wood dining set veatch modern industrial handcrafted acacia wood live edge cabinet with sliding door natural and black jamison contemporary 72 inches wood double sink bathroom vanity with marble counter top gray with carrara white marble f03d71ef mallett traditional square firwood planter box with trellis emily coral outdoor aluminum 5 seater v shape sectional sofa set with ottoman silver and khaki b81eb9c3 1337x 1337x