Opinión
Xenofobia, un fenómeno en auge tras el paro nacional

Por: Marta Moya Domínguez | Periodista, Twitter: @martamdom

Durante las protestas en Colombia se han difundido videos y cadenas de WhatsApp atribuyendo a los migrantes venezolanos la autoría de la violencia y los desmanes.

María Elena tiene 49 años. Llegó a Colombia en mayo de 2018 sin pasaporte, con miedo de ser detenida al atravesar la frontera en Cúcuta. Hizo el trayecto de pie en un autobús hasta Bogotá, aferrada a su Virgen de Guadalupe. “Fue mucha la tortura que viví”, relata. En su Venezuela natal ya no tenía nada que echarse a la boca y la plata que ganaba no le alcanzaba para vivir con dignidad. Dejó a su familia atrás y emprendió, sola, el camino en busca de una nueva oportunidad. Cuando llegó a la capital, trabajó en restaurantes sirviendo tintos para poder pagar su hospedaje hasta que la contrataron como empleada doméstica en una casa al norte de la ciudad. En julio, pudo regresar a su país de visita. Desde allí, comprobó que “la situación está mucho más difícil”.

Tras un año y medio en Colombia, siente que la xenofobia hacia los venezolanos está más presente que nunca, sobre todo desde el inicio del paro nacional, del que han derivado algunos episodios de violencia y desmanes que se han achacado a esta comunidad: “Estos días he estado más nerviosa. La cosa se ha puesto más difícil para el venezolano y la xenofobia ha crecido. Nosotros no estamos aquí porque sí, estamos aquí por no pasar hambre, huyendo de la crisis. Estos días me ha dado nostalgia y tristeza, me he sentido mal por no estar en casa, pero tenemos que seguir luchando, día a día”.

Como María Elena, muchas personas venezolanas han tenido miedo estos días. Desde Acnur, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, también han sentido un incremento de la discriminación hacia estos migrantes acusándolos de cometer actos violentos y saqueos: “Lo preocupante es que muchas de estas atribuciones se hacen sin fundamento, sin tener prueba, por ejemplo, de la nacionalidad de la persona que se señala o de su vinculación con los hechos que se le imputan”, declara Rocío Castañeda, oficial de información pública. 

“La xenofobia ya existía, pero ahora empeoró todo”, comenta Miriam, también migrante en Bogotá. “Todo es culpa de los venezolanos. Las redes sociales y la televisión están ayudando a que haya más discriminación y deberían ser más sutiles, porque no todos somos iguales”, relata indignada y con mucha angustia. Canales de comunicación como Twitter, WhatsApp y Facebook protagonizan la estigmatización hacia los ciudadanos del país vecino. El pasado viernes, 22 de noviembre, en una de las jornadas más críticas de las protestas en la capital, empezaron a circular videos relativos a saqueos producidos en establecimientos en el sur de Bogotá que sirvieron como arma arrojadiza contra los migrantes, que sufrieron el odio basado en generalidades y atribuciones de delitos que, en su mayoría, todavía no se han probado.

Para Lucía Ramírez, coordinadora de migración del centro de estudios jurídicos y sociales Dejusticia.org, la desinformación es un factor clave para el fomento de la xenofobia: “Las personas que están llegando en este momento son muy vulnerables, es gente que tiene dificultad de acceso a servicios básicos como alimentación, salud, vivienda, etc., y llegan a comunidades donde ya hay estructuralmente problemas de acceso a estos mismos recursos, lo que hace que entren a luchar por los servicios. A partir de ahí, se empiezan a difundir mitos como que las personas venezolanas tienen atención preferencial frente a ciertos recursos, lo cual no es cierto, pero a través de las redes se genera mucha desinformación y mucha tensión. Los acontecimientos de los últimos días hacen que sea fácil echarle la culpa al que no conocemos, al diferente. Y se convierten en el chivo expiatorio de los problemas que estamos viviendo”.

Xenofobia en datos

Según la encuesta Colombia Opina, que realizaron el pasado julio Revista SemanaBlu Radio y Noticias Caracol sobre la percepción de los colombianos ante la acogida de migrantes del país vecino, un 46 % de los encuestados declaró sentirse en desacuerdo frente al 42 % que se mostraba partidario a la acogida. En cuanto a la integración de las personas venezolanas en la sociedad, un 52 % manifestó su rechazo, un porcentaje parecido a la pregunta referida a si los venezolanos suponen una carga para los servicios del Estado, donde la mitad de los encuestados confirmó que sí.

De acuerdo con la Encuesta a Migrantes Venezolanos en Colombia, elaborada por el proyecto Migración Venezuela, un 54,4 % de la muestra dijo que su participación en el país puede ser buena, aunque el 73 % declaró haberse sentido discriminado en Colombia y el 40 % comentó haber sentido rechazo por el mero hecho de ser venezolano. El 17,9 % de los encuestados relató que ese rechazo lo sentía de manera frecuente; el 65,8 %, algunas veces; y el 16 %, en raras ocasiones. Los datos también arrojaron que en la calle (80,1 %), en el trabajo o durante su búsqueda de empleo (51,5 %), sintieron mayor xenofobia. En Bogotá y Medellín, respecto al número de migrantes, manifestaron haber sentido menor discriminación que en ciudades como Cali o Barranquilla.

Sin embargo, no todos los datos son desesperanzadores: a largo plazo, el 50 % de colombianos encuestados estaría de acuerdo con facilitar la integración de los migrantes como algo necesario para el bienestar de Colombia en el futuro; el 80 % está de acuerdo con su acceso a salud y educación y el 76 % se muestra a favor de brindar la nacionalidad a los hijos de los migrantes nacidos en el país, aunque solo el 33 % muestra apoyo a que los venezolanos lo hagan.

La importancia del lenguaje

El lenguaje es otra de las herramientas troncales para fomentar o combatir la xenofobia. Para Lucía Ramírez, “el lenguaje es clave, porque cuando se están transmitiendo mensajes relativos a personas de cierta nacionalidad que están cometiendo acciones violentas o que están haciendo saqueos o desmanes, estamos atribuyendo la responsabilidad de hechos que son muy críticos a un grupo particular de personas, por lo que ya no se está condenando el hecho, sino la nacionalidad de quien lo hizo”.

El término “venecos” fue trending topic durante la tarde del viernes 22 de noviembre, cuando se decretó el toque de queda en la capital colombiana. Según Sergio Chacón, docente experto en Comunicación y Lenguaje en la Universidad Javeriana de Cali, “el uso del vocablo ‘veneco’ forma parte del proceso histórico de contacto cultural entre venezolanos y colombianos. En este caso, la hipótesis tiene dos vertientes: la situación social y económica del pueblo venezolano; y el componente histórico cultural colombo-venezolano. En este contexto, surge el término como parte del contacto social y la designación del otro como poseedor de rasgos diferenciados de las dos nacionalidades. Hoy el término es peyorativo y colinda con lo violento, la desfiguración nacional y la pérdida del respeto”, destaca.

“Es importante resaltar que uno no decide cuál es su nacionalidad, por lo que este no puede ser un criterio de discriminación. Todos los tratados de derechos humanos y nuestra Constitución política (art. 100), establecen que los colombianos y los extranjeros tenemos los mismos derechos, por lo que, aunque se quiera minimizar, la importancia del lenguaje es clave porque está transmitiendo una idea generalizada. Los imaginarios de un país tienen repercusiones en las relaciones”, añade Ramírez.

En tiempos de convulsión política y social es importante no caer en la estigmatización hacia el diferente, ya que ello puede derivar en conflictos indeseados. Pese a conocer que, efectivamente, hay algunos ciudadanos extranjeros que están acusados de cometer delitos en Colombia, es importante que “no se generalicen las acusaciones frente a la población venezolana”. “Las responsabilidades de las personas son individuales y se debería verificar previamente todos los hechos antes de lanzar señalamientos que estigmatizan a todo un colectivo, declara Castañeda.

Es un gran desafío, pero hay que contar con el compromiso de todos los actores implicados para no repetir errores pretéritos. Un buen punto de partida, aunque en la práctica está lejos, fue el pacto que firmaron los movimientos y partidos políticos para las pasadas elecciones regionales, en el que se comprometieron a no utilizar ningún tipo de lenguaje, discurso o práctica que desembocara en actos de xenofobia en contra de la población venezolana en el país.

Fuente: El Espectador

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad
zack outdoor 5 piece acacia wood dining set with straight legged dining table gray finish alston outdoor modern boho pouf ivory with red gdf6618 kildare velvet tufted club chair manna outdoor acacia wood 5 seater sectional sofa set with water resistant cushions roemello handcrafted boho fabric stool julian nora glam velvet modular 4 seater sectional theo modern industrial firwood adjustable height swivel barstools set of 2 natural and black brushed silver leiman outdoor cast stone planter meagher modern 5 foot two toned fabric and faux leather bean bag kado outdoor 7 piece wood and wicker dining set gray and gray danae coral outdoor 7 seater extended aluminum chat set with ottomans coral bay outdoor grey aluminum dining table with tempered glass top 52a433ba irene outdoor modern dining chair set of 2 9e167110 gerald boucle upholstered club chair panagiota outdoor resin adirondack chair marcy outdoor 5 piece wood and wicker square dining set gray and gray e4ecb822 clyo mid century modern upholstered swivel office chair tomilson modern industrial handcrafted mango wood side table natural and black salome contemporary upholstered king bed platform 1d29d790 jeannie contemporary velvet 3 seater sofa wilbur mid century wooden 3 piece 3 drawer dresser and nightstand bedroom set 008d51e7 lamar outdoor 3 piece square 26 inch multi brown wicker bar set 93fb2bb7 margaret traditional fabric dining chairs set of 2 livingston outdoor grey wicker chair set of 2 d2bf7765 azariyah outdoor 4 seater wicker chat set with fire pit 8c69ac35 hilldom handcrafted aluminum leopard figurine set of 2 black charcoal cc87314d neffs outdoor aluminum 7 seater chat set with fire pit black natural and dark gray 614192b5 emmalynn outdoor wood and wicker 8 seater dining set d0d610f9 judith outdoor 9 seater acacia wood sectional sofa set with cushions gdf6618 7d4e904b scalett coral outdoor 4 seater club chair and table set 1 c8afe384 kiran queen size bed frame ad591c76 pia modern industrial coffee table set 1 ff9869e0 julian nora glam velvet modular 4 seater sectional crested bay outdoor aluminum loveseat viola boho 2 door mango wood cabinet with wicker caning 54f1e0a0 isoldee manteo rectangular outdoor wicker dining table woodridge outdoor grey wicker accent table 1b58fb1b hawthorne black and white patterned fabric dining chair set of 2 evangelynn boho fabric rattan square pouf elizabeth outdoor folding acacia wood barstools set of 4 zentner french country fabric upholstered wood and cane 5 piece expandable dining set crested bay outdoor aluminum 3 seater sofa with sunbrella cushions 2319ffd6 marsh outdoor 5 piece wood and wicker dining set teak and multi brown f54e1617 landyn double bed fabric quilt angie outdoor acacia wood bench with rope seating 3f75c233 cynthia outdoor 7 seater acacia wood sectional sofa set stowe boho handcrafted mango wood nightstand with storage natural 782aca08 leeward outdoor 3 piece wicker round bistro set with water resistant cushions 3f899502 jaelynn flannel throw blanket d5cc2dad 1337x 1337x