Sin duda, el pan inspira. Desde tiempos remotos hasta la actualidad, este alimento ha sido el origen de los mejores platos y los momentos más especiales de miles de familias.
Su encanto está en la magia de su olor y sus diversas formas, colores y texturas, que hoy día se replican en cada rincón del mundo.
Este exquisito manjar fue el mismo que logró cautivar un día a Alain Coumont, un belga que desde niño creció disfrutando el sabor del pan de la abuela y que años más tarde decidió materializar su amor por este alimento a través de Le Pain Quotidien, una cadena de restaurantes que hoy hace presencia en 20 países, y que recientemente llegó a Colombia.
“Queremos invitar a las personas a que nos conozcan no solo a través de la panadería artesanal que elaboramos todos los días, sino de todos los platos que han sido creados alrededor del concepto del pan de la abuela y la mesa comunal de las tradicionales familias belgas, cuenta Diana Restrepo, CEO de la cadena de restaurantes en Colombia.
Este sitio, que es un referente en el mundo de los más exquisitos panes de masa madre, tartines, tartas, wafes y otras delicias belgas, cuenta con un ambiente v i n t a g e que ha sido namente diseñado para que los amantes del buen comer se sientan como en casa a cualquier hora del día.
“Coumont siempre pensó en crear un lugar en el que los amantes de la cocina pudieran transportarse a lo más profundo de sus hogares. Y eso fue lo que logró con este gran proyecto. Aquí los colombianos tienen un aliado para vivir un momento placentero al desayuno, almuerzo y cena, desconectado de la realidad del día a día” , expresa Restrepo.
Este restaurante también está comprometido con el medio ambiente. Por eso, la mayoría de sus platos están creados con alimentos cuya característica clave es la baja huella de carbono.
Le Pain Quotidien espera en los próximos cinco años extender su propuesta a las demás ciudades capitales del país, donde busca seguir conquistando el corazón de los colombianos con una propuesta que ha convertido el pan en su fuente de inspiración.
Fuente: Revista La Barra
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