Según la previsión de la Cámara Venezolana del Calzado y Componentes (Cavecal)
El sector del calzado en Venezuela estima que sus ventas caerán 50 % este año

• Se estima que este año se venderán unos 15 millones de pares de zapatos, 9 millones serán de importación

La venta de calzado fabricado en Venezuela se reducirá este año en un 50 % con respecto a 2018, cuando se vendieron 12 millones de pares de producción nacional, que bajarán a 6 millones en 2019, según la previsión de la Cámara Venezolana del Calzado y Componentes (Cavecal).

El presidente de Cavecal, Luigi Pisella, explicó a EFE que la reducción se debe a la precariedad de los servicios y el incremento de importaciones tras ser aprobada por el Estado, a finales del año pasado, la suspensión de aranceles para calzado importado.

Pisella señaló que, si bien se estima que este año se venderán unos 15 millones de pares de zapatos, 9 millones serán de importación, que se ha incrementado de manera «brutal» debido a que el Estado eliminó los tributos para los productos de este sector procedentes del extranjero.

«Al 31 de diciembre de 2018, el 80 % del mercado se manejaba con producción nacional», lo que representaba unos 12 millones de pares bajo la bandera de «Hecho en Venezuela», mientras que se estima que en 2019 el 60 % corresponderá a importación y los restantes 6 millones de pares serán de productos nacionales.

A pesar de que el sector alertó sobre la eliminación de los aranceles para zapatos importados, Pisella dijo que no se han considerado las observaciones de la industria venezolana y que, al contrario, a «la producción nacional le exigen todos los días más impuestos».

Además de las importaciones, Pisella señaló que la caída del poder adquisitivo de los venezolanos en medio de una severa crisis económica y la precariedad de los servicios públicos han arrastrado a la industria del calzado venezolano, que apenas opera a un 10 % de su capacidad instalada.

«No somos competitivos en los actuales momentos (…), seguimos manteniendo la calidad, pero no se han podido hacer inversiones en cuanto a líneas de producción nueva y modelajes nuevos», admite Pisella.

Ante la merma de capacidad de compra «la fidelidad de la marca se pierde, la gente no tiene dinero y va a comprar el producto que sea más económico», que en la situación actual, es el importado.

«Si esto no se soluciona a corto plazo vamos a padecer todavía más hacia el mes de diciembre», apuntó, Pisella, quien explicó que el último mes del año suele ser una temporada alta de ventas para los sectores del calzado y el vestido.

La crisis económica de Venezuela afecta en mayor o menor medida a todos los sectores de la industria del país, pero el del calzado es uno de los que se han visto más golpeados, ya que a la actual coyuntura se suma la suspensión de aranceles para la importación, lo que redujo considerablemente la venta de productos nacionales.

Con información de EFE

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